Desde hace más de dos años es poco lo que se sabe de la excongresista Aída Merlano, condenada por corrupción electoral y quien aprovechando un permiso para ir al odontólogo se fugó de la custodia de las autoridades, en una escena particular en la cual se tiró por la ventana de un edificio atada a un lazo atada a un lazo.
Ahora Merlano reapareció y en una carta dirigida a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le solicitó al magistrado Francisco Farfán que le permita ampliar su declaración por los presuntos delitos electorales por los que fue condenada y que, según ella, involucran también al congresista Arturo Char.
La cita quedó programada para el próximo lunes, 24 de enero, cuando se espera que aclare algunos hechos del caso que se le sigue en indagación preliminar al senador del Partido Cambio Radical, quien ya dio su versión libre ante la Corte.
En su momento Char aseguró que no aceptaba ningún señalamiento hecho por Merlano, quien en medio de una entrevista que entregó a una revista señaló que la familia Char participó en su fuga y estuvo involucrada en un entramado de corrupción y compra de votos en Barranquilla. Incluso, en la entrevista dijo que pretendían asesinarla.
En su momento, desde Venezuela, Merlano nombró a Julio Gerlein, a los hermanos Arturo y Alejandro Char, además de otros políticos, empresarios y excongresistas en el entramado que se denominó como ‘La Casa Blanca’.
En la ‘Casa Blanca’, según ella, funcionaba una organizada empresa criminal que contaba con tecnología para rastrear los votos comprados y verificar que efectivamente llegaran a las urnas. También dijo que se vendían paquetes de votos al por mayor a otros candidatos que adquirían sus servicios.
El abogado de Arturo Char, Darío Bazzani, ha dicho que no existen pruebas que permitan relacionar a su cliente con dichos señalamientos.
Cabe mencionar que Merlano fue condenada a 11 años y 4 meses de prisión por corrupción y compra de votos, para llegar al Senado en el año 2018. La excongresista permanecía recluida en la cárcel El Buen Pastor, pero se fugó en octubre de 2019. COLPRENSA
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