El 9 de septiembre de 2020 pasó a la historia de Colombia como una fecha de indignación nacional, donde las protestas generadas por la muerte del ciudadano Javier Ordóñez, a manos de miembros de la Policía Nacional, dejaron más de 10 personas asesinadas y cientos de heridos.
La muerte de Ordóñez se presentó en la madrugada del 9 de septiembre de 2020, día que, de acuerdo con el escrito de acusación presentado por la Fiscalía, Juan Camilo Lloreda y Harvy Damián Rodríguez Díaz, miembros en ese momento de la Policía, golpearon a Ordóñez en más de una ocasión.
Ese día, Lloreda también accionó la taser contra la integridad de Ordóñez, mientras él imploraba que dejaran de hacerlo, y luego en el CAI de Villa Luz, al occidente de Bogotá, continuó la golpiza con puños y patadas, que finalmente llevaron a su muerte.
Por estos hechos ya fue condenado a 20 años de prisión el patrullero Juan Camilo Lloreda, tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía, en el que se comprometió a pedir perdón público ante la sociedad y revelar información sobre otros uniformados que pudieron estar involucrados en el caso.
Esta condena incluye, además, una multa de 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilidad para ejercer funciones públicas. Otra realidad vive el patrullero Harvy Damián Rodríguez, quien prefirió declararse inocente y demostrarlo ante la
Sin embargo, en el resto de los casos relacionados con homicidios en las protestas posteriores a la muerte de Ordóñez, en donde se usaron presuntamente armas de fuego de parte de la Policía, los procesos no han tenido igual agilidad y solo en algunos de ellos se han imputado cargos.
Andrés Rodríguez y Jaider Fonseca
Entre los casos imputados se encuentra el homicidio de estos dos jóvenes quienes, de acuerdo con el relato de la Fiscalía, murieron cerca al CAI Verbenal, luego de que se escucharan disparos por parte de la Policía, cuando los manifestantes atacaron a los uniformados incendiando una caneca.
Los dos jóvenes hacían parte de la manifestación, pero al escuchar los disparos pensaron que eran balas de salva. Por esto, Jaider tomó una puerta de madera y se refugió con ella, al mismo tiempo que Andrés Felipe se le hizo detrás.
Es allí donde habrían sido alcanzados por las balas, mismas que los llevaron a su muerte. Jaider por heridas en miembros inferiores, y Andrés en el tórax.
Tras lo sucedido, se inició la investigación y se incautaron las armas que registraron novedad, entre ellas las de John Antonio Gutiérrez Rodríguez, patrullero de la Policía imputado por el delito de homicidio, que reportó la pérdida de 15 cartuchos en el lugar de la manifestación, de los cuales algunos estaban alojados en los cuerpos de los dos jóvenes asesinados. En este caso aún no se ha iniciado la etapa de juicio.
Germán Smyth Puentes
Este crimen ocurrió en inmediaciones del CAI Rincón, de la localidad de Suba, en Bogotá cuando un grupo de ciudadanos llegó a adelantar un cacerolazo en inmediaciones del CAI, pero todo se salió de control y terminó en disturbios.
Las piedras y los palos volaban en dirección al CAI y a los policías que allí se encontraban respondían con los mismos objetos, cuando en medio de la confusión se escucharon algunos disparos.
Puentes Valero corría por una de las calles colindantes al CAI, cuando fue impactado por una bala en la región lumbar, que produjo su muerte. Esta escena fue detectada por una de las cámaras del sector y posteriormente mostrado en audiencia.
Tras las investigaciones, se pudo determinar que al arma que tenía el patrullero Andrés Díaz Mercado le hacían falta 21 cartuchos y una de las balas fue encontrada en el cuerpo del joven, por lo que fue imputado por el delito de homicidio, pero en este caso tampoco ha iniciado la etapa de juicio.
Angie Paola Baquero
Angie Paola Baquero Rojas, de 29 años de edad, falleció sobre las 8:30 de la noche en cercanías al CAI ‘Aures’, donde recibió un impacto de bala a la altura del abdomen, disparado, al parecer, desde los árboles, donde se encontraban uniformados disparando a los manifestantes.
A pesar de que fue trasladada al hospital de Suba y luego al hospital de Engativá, donde fue intervenida quirúrgicamente, falleció aproximadamente a las 11:33 de la mañana del día siguiente al comienzo de las manifestaciones, producto del proyectil que recibió.
Este proyectil fue vital, según la Fiscalía, para determinar el responsable del homicidio y luego de una serie de pruebas llegaron a la conclusión que esta bala habría sido disparada del arma del patrullero José Andrés Lasso Valencia, razón por la cual fue imputado por el delito de homicidio.
Sobre los demás asesinatos la Fiscalía señaló que las investigaciones están en curso. COLPRENSA
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