Según informe de Fenaltiendas, a las tiendas de barrio no les ha ido bien en el último año y medio, mostrando no sólo un estancamiento en sus ventas, sino un retroceso, con lo cual se acentúan sus condiciones de pobreza y se aleja, para muchas de ellas, el anhelo de dar un salto hacia adelante y volverse minimercados.
Así lo afirmó el presidente de FENALCO, Jaime Alberto Cabal, al mencionar la celebración del Día Nacional del Tendero, que se realizará el próximo domingo 25 de agosto en las principales ciudades del país. "Pese a la difícil coyuntura económica, celebraremos en homenaje a estos microempresarios que día tras día sin descanso atienden los requerimientos de millones de consumidores en materia de bienes de primera necesidad", manifestó el dirigente gremial.
En el marco de este anuncio el vocero de los comerciantes dio a conocer los resultados de un sondeo realizado por Fenaltiendas, en el que se evidencia que las ventas de los tenderos pasan por momentos difíciles, en línea con el comportamiento del comercio en general.
En relación con el desempeño reciente del canal tradicional, de acuerdo con el sondeo, las ventas para el 81% de los tenderos han sido iguales (40.5%) o inferiores (40.8%) con respecto al año anterior.
"A la mala coyuntura que vivieron las tiendas de barrio en 2023 por efecto directo de la desaceleración de la economía y de los consumos, en este año se han sumado dos muy graves problemas que han golpeado sobremanera a estos micronegocios: una rampante inseguridad manifestada en la multiplicación de las extorsiones y atracos, y la creación del denominado impuesto saludable", comentó Cabal.
De acuerdo con cifras del informe de Fenaltiendas, el 60% de los tenderos afirma que el impuesto a ultraprocesados y bebidas azucaradas ha afectado sus ventas y el 58.9% asegura que no ha encontrado una oferta que sustituya los productos gravados, muchos de ellos pertenecientes a la canasta familiar.
Los nuevos impuestos, que se cobran en forma escalonada desde noviembre del año anterior hasta alcanzar un 20% de aumento a partir de enero del próximo año, han disparado los precios de los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas. Así, mientras que la inflación acumulada de alimentos a doce meses es del 5.26%, los precios de alimentos procesados como chocolatinas, galletas, salchichas, gaseosas, paquetes de papas fritas y similares, experimentan una fuerte alza por efecto directo de los nuevos tributos. “Tan fuertes aumentos han erosionado directamente a los hogares de menores ingresos y a las precarias finanzas de los tenderos de barrio”, agregó.
Estadísticas de la Federación señalan que en el país operan cerca de 450.000 tiendas de barrio, que emplean de manera directa a 1.1 millones de personas, más del 90% de los hogares colombianos compran allí al menos dos veces al mes, y continúan siendo la joya de la corona para los fabricantes y proveedores de bienes de consumo masivo, como quiera que las tiendas de barrio representan entre el 42 y el 46% de las compras básicas de los colombianos. Adicionalmente, más del 50% de las ventas de empresas de consumo de alimentos y bebidas se realiza a través de este canal de distribución.
La llegada hace más de 10 años de los formatos denominados “Hard Discounters (descuentos duros)” y su acelerado crecimiento, le ha servido al tendero para enfrentar el reto mediante el uso de herramientas tecnológicas que le han permitido conocer mejor a su clientela con un relacionamiento cercano y avanzar en el proceso de formalización llevando, por ejemplo, contabilidad y conociendo la rentabilidad de su negocio. La tienda de barrio, con el apoyo de los proveedores, ha podido ajustar los portafolios de productos a las exigencias y deseos de las familias. “Las tiendas se han adaptado ágilmente al entorno desafiante del mercado", concluyó Cabal. DATAIFX
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