Este martes se posesionaron 30 jueces de paz y 28 de reconsideración para la vigencia 2023-2027, que fueron elegidos en Barranquilla por más de 23.000 personas que acudieron a las urnas el 18 de diciembre del año pasado.
El alcalde Jaime Pumarejo celebró esta posesión como un nuevo hito, en el que destacó la participación ciudadana desde los barrios, combinada con un primer acercamiento a una justicia más amable, que busca conciliar posiciones y solucionar los problemas que aquejan en el día a día y que terminan, a veces, congestionando la justicia o no llegando a las comunidades.
“Este es un espacio importante que debemos ir fortaleciendo. El trabajo que debemos seguir haciendo es darle educación y pedagogía a la ciudadanía para que sepa que tiene este valioso instrumento”, manifestó.
De igual manera, señaló que los jueces de paz y de reconsideración son un equipo que tiene que estar “cohesionado y que juega por Barranquilla, en donde el único interés que nos debe mover es que las comunidades estén mejor, que nuestra gente viva mejor, con más calidad de vida, con más tranquilidad y más paz. Esto lo logramos trabajando en equipo, trayendo programas sociales, infraestructura, escuchando a las comunidades, para la justicia, impartiendo equidad y mano firme cuando sea necesario”, aseguró.
Al tiempo, indicó que se seguirá trabajando de la mano con el sistema judicial del Atlántico y de Barranquilla, asegurándose que haya más oportunidades para que se imparta justicia con eficacia y con transparencia.
Funciones
En ese sentido, los jueces de paz resuelven los conflictos que cotidianamente se presentan en las comunidades como los intrafamiliares, temas de arriendos, problemas vecinales, entre otros, para ser sometidos a su conocimiento, toda vez que versen sobre asuntos susceptibles de transacción, conciliación o desistimiento y que no sean sujetos a solemnidades de acuerdo con la ley, en cuantía no superior a los cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes, sin tener que recurrir a los jueces ordinarios.
Este proceso dicta que, si no hay un acuerdo conciliatorio, el juez de paz puede adoptar un fallo en equidad, que tiene los mismos efectos que una sentencia de un juez ordinario. Si alguna de las partes no está de acuerdo con la decisión, puede manifestar su inconformidad y un juez de reconsideración estudiará los argumentos y verificará si hay lugar a cambiar la decisión adoptada.
El jefe de la Oficina de Participación Ciudadana, Deivy Cásseres, explicó que el proceso de elección empezó desde agosto de 2022 con todos los trámites de norma para la participación de los candidatos.
“Barranquilla respondió y es la ciudad de la costa Caribe que está impulsando este proceso de los jueces de paz y de reconsideración. Estamos llegando a feliz término con la instalación y posesión del periodo de estos nuevos servidores que tienen el rango de los jueces de la República y que serán los encargados de ayudarnos en la solución pacífica de conflictos en los barrios”, expresó el funcionario.
Por su parte, la presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, Claudia Expósito, resaltó que, en Barranquilla, desde el año 2005, se ha dado vía libre a la figura de jueces de paz. “Se han dado avances que han permitido conocer en qué consiste su rol dentro de la comunidad. Su labor es muy importante porque solucionan esos conflictos de comunidad”, comentó.
Para Nidia Donado, jueza de la localidad Norte Centro-Histórico, haber sido elegida le permitirá aportar en la transformación social desde los distintos sectores de la ciudad. “Nosotros vamos a trabajar 24/7 por las comunidades, vamos a resolver los conflictos, y que vean que estamos trabajando por ellos”, afirmó.
Competencia territorial
De acuerdo con la Ley 497 de 1999, que creó esta figura jurídica, tiene competencia para conocer de los conflictos sometidos a su consideración el juez de paz del lugar en que residan las partes o, en su defecto, el de la zona o sector en donde ocurran los hechos, o el del lugar que las partes designen de común acuerdo.
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