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¿Quién llevará la 10 de la Selección Colombia?



Falta un mes para la fecha FIFA, la que odian los clubes y anhelan las selecciones nacionales. Es una de las muy pocas ventanas de preparación de los países justo antes de las competencias, el oasis en el desierto para los entrenadores, que rara vez disponen de más de una semana junto a sus pupilos.


La próxima pausa de selecciones depara para Colombia dos compromisos amistosos: contra España en Londres, el 22 de marzo, y contra Rumania, en Madrid, el día 26. Si se cuentan los cuatro días que tienen para llegar a la concentración nacional, estamos a un mes de ver de nuevo al equipo principal, que no se junta desde noviembre de 2023 (a la convocatoria de diciembre fueron principalmente jugadores del medio local).



El técnico Néstor Lorenzo tendrá varios frentes de discusión abiertos, empezando por el de los goleadores, que no ha cesado desde que arrancó su administración. Pero ahora también, en vista de los últimos acontecimientos, otro picante asunto estará en sus manos: ¿quién debe ser el número 10 en su próximo llamado?

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Para muchos la discusión no tiene mayor sentido, visto lo visto en james Rodríguez, capitán de campo y protagonista de unas Eliminatorias impecables en 2023. Sin embargo, el propio jugador puso en aprietos al DT, el que le ha apostado contra viento y marea: acaba de decidir que saldrá de Sao Paulo de Brasil, cerrando su balance en 1 gol y 3 asistencias, un lío muy mediático y muy duro para el seleccionador, a quien le toca plantearse si llamar a su mejor hombre aún cuando no tenga club y su rendimiento en el club haya sido al menos decepcionante.

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​Y si a eso se suma que hay otros en mejor momento, más duro se pone todo para Lorenzo. Porque Yaser Asprilla, a quien ha ido acercando sin llegar a darle la gran responsabilidad creativa, es el hombre más influyente en el ataque el Watford, de la Championship, con 6 goles y 4 asistencias, siendo el jugador clave para su equipo. Porque, si faltara competencia, Juan Fernando Quintero ha vuelto por sus fueros con Racing de Argentina, donde también lleva 6 goles pero una asistencia menos que el hombre del fútbol inglés. El único alivio es que Jorge Carrascal, con 15 partidos en la temporada y sin goles, no es competencia por ahora.


Pero no es solo eso: entre los creativos, Yaser supera con ventaja a Quintero en partidos jugados (32 frente a 22) mientras que James apenas ajustó 14 en Sao Paulo, que quedarán ahí pues su salida del club es una cuestión de mero trámite. Si fuera por estricta actualidad, el titular debería el del Watford

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Ahora, hay que decir que si bien los tres necesitan más o menos la misma cantidad de tiempo para hacer goles (167 Quintero, 171 Yaser y 168 James) y, comparativamente con sus rivales de puesto, a la hora de los pases clave pierde con Quintero, el que mejor está (2,3), y con Yaser (1,3) pues su registro es e 1,2. Hay que decir que como juega menos que los demás sus números parecen más cercanos de lo que en realidad están.

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​El único ítem en el que James parece ser mejor es en los remates completados (77 por ciento frente a 65 por ciento y 55 por ciento respecto a Quintero y Yaser), aunque vale decir que el joven Asprilla está en una liga que no permite el lucimiento en ese punto.

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La realidad, no solo desde los números sino desde la observación directa, es que James perdería su lugar en la convocatoria con Asprilla o con Quintero si solo contara el momento. La ventaja que da saliendo de Sao Paulo, uno de los gigantes de Suramérica, y condenándose a la incertidumbre sobre su próximo equipo, del que por ahora no se sabe nada en absoluto, es grande.

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Pero también hay que recordar que en el caso de Lorenzo pesan la experiencia, la historia y hasta l relación de equipo y que eso pesa incluso más que e nivel de competencia, pues a su capitán lo llamó incluso cuando no jugaba en Catar o Grecia o cuando se discutía en el propio Brasil, que nunca disfrutó de esa versión de estrella que mostró en las Eliminatorias con Colombia. ¿Es justo? Esa es la discusión que hay que dar ahora. La data no siempre es suficiente y sobran los ejemplos, pero no tener equipo es tensar la cuerda a un nivel que incluso para Lorenzo y la gran espalda que le da su invicto y sus buenos resultados, puede ser un riesgo muy alto.

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