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Petro quiere recuperar a Monómeros



En el manejo que se le da a la empresa Monómeros Colombo Venezolanos nadie da puntada sin dedal. Este es un activo estratégico para Colombia y para Venezuela y de ahí la puja de poderes que se vive por su administración desde hace más de una década.


De acuerdo con una fuente del gobierno, el presidente Gustavo Petro quiere quedarse con Monómeros, ya que entiende la importancia de esa compañía en el contexto actual en el que los fertilizantes y los alimentos para animales son un bien estratégico, que se ha encarecido en el mundo y que amenaza con escasear producto de la invasión rusa a Ucrania.



El primer paso fue devolverle su administración al gobierno de Nicolás Maduro, porque desde enero de 2019 estuvo en manos de Juan Guaidó, quien era reconocido por Colombia como presidente interino de Venezuela. La idea, según esta fuente, es que una vez la compañía esté en manos de Maduro, a través de la diplomacia pueda concretarse una venta del 51% a Ecopetrol.


Es de recordar que Monómeros nació en 1967 como una empresa creada por ambos gobiernos, pero en la administración de Álvaro Uribe (2006), la participación colombiana (47%) fue vendida a Venezuela en 56 millones de dólares. Entonces el país vecino quedó con el 100% de la compañía que opera en Barranquilla.


Monómeros obtuvo el año pasado ingresos operativos por un billón de pesos –25% que en el 2020–, genera 1.600 empleos y se estima que abastece a unos 800.000 agricultores en Colombia, la mitad del mercado nacional.


Lo que sigue


Para que el negocio pueda darse, si es que Petroquímicas de Venezuela (Pequiven) dueño del 87% quisiera venderla, deben ocurrir varias cosas. La primera que haya un órgano administrador de la cuerda de Maduro, asunto que está en disputa legal en este momento, pues la Cámara de Comercio aprobó a la nueva junta directiva y a un nuevo gerente, pero los actuales alegan que desconocen a Pequiven como dueño legítimo e impusieron un recurso de reposición ante la Cámara y uno de apelación ante la Supersociedades.


Está por verse cuál es la respuesta de ambas entidades de los procesos judiciales que empezarán en adelante, en un intento de la junta puesta por Guaidó de desconocer a los que jurídicamente son sus dueños.


El excongresista costeño Cesar Lorduy aseguró que es insostenible la postura de la actual administración de la empresa, porque por un lado van las diferencias políticas y por otra las jurídicas. “No se puede desconocer que Monómeros es de Pequiven, 87% de manera directa y el resto a través de sus filiales”, dijo Lorduy.



De otro lado, para que la empresa pueda seguir exportando, es necesario que no esté en la Lista Clinton del Departamento del Tesoro, de la cual salió mientras estuvo bajo la administración de Guaidó, ahora en Manos de Maduro es otro el cantar y es posible que EE. UU. decida incluirla nuevamente, producto de las sanciones contra el gobierno venezolano.


De hecho, una de las primeras labores oficiales de Armando Benedetti, recientemente posesionado como embajador de Colombia en Venezuela, fue hasta la embajada de Estados Unidos en Colombia para hablar con funcionarios de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac), advirtiendo que la inclusión de la empresa en la Lista Clinton significaría “reventar” la economía colombiana.


Y es que si Monómeros resulta nuevamente en la lista no solo no podrá exportar sino que ningún banco le podrá prestar dinero, no podrá tener cuentas ni importar desde países que hagan negocios con Estados Unidos. “Yo les decía que mucho ojo con la decisión que fueran a tomar con Monómeros, porque si bien es una empresa venezolana la más afectada sería la seguridad alimentaria de Colombia”, dijo el diplomático.


¿Interés desde Venezuela?


Según una fuente consultada, el gobierno de Petro había logrado que dos de los miembros de la junta directiva de Monómeros fueran de sus afectos, pero en el documento presentado por Pequiven no se ven cuotas colombianas. Lo que puede indicar, de algún modo, que Maduro y Petro no están en sintonía en este aspecto.


Lorduy no cree que haya un interés genuino desde Pequiven de vender la empresa a Colombia, porque es un activo muy estratégico por el cual llevan varios años luchando: “No sería un buen mensaje para el pueblo venezolano que quiere lograr su reactivación económica que Maduro recupere a Monómeros para venderla”.



Además, esta es una oportunidad de oro para Maduro, porque podrá acusar a la oposición por los malos manejos que se habrían dado en Monómeros, que a su modo de ser fue saqueada por Guaidó y Leopoldo López.


Así que no está claro si Maduro y Pequiven quieran lo mismo que Petro: que Monómeros quede en manos de Ecopetrol. Los entendidos en el tema aseguran que Colombia puede darse por bien servida si logra recuperar la participación perdida en 2006, pero no la sacará barata: hoy Monómeros cuesta al menos 600 millones de dólares. COLPRENSA

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