Nuevo hallazgo podría revelar el misterioso rostro de denisovanos
- Acta Diurna
- 28 abr
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Los denisovanos, así llamados así por la zona de las cuevas de Denisova en el sur de Siberia donde fueron encontrados sus primeros restos, son nuestros parientes evolutivos extintos más cercanos junto con los neandertales. Antes de la extinción del neandertal y el denisovano, estos y el ser humano anatómicamente moderno engendraron descendencia conjunta, por lo que en mayor o menor grado, los humanos actuales tenemos ascendencia neandertal y denisovana. De los denisovanos se sabe incluso menos que de los neandertales, pero ahora un nuevo estudio aporta evidencias nuevas sobre la antigua presencia de denisovanos en una región de Asia.
Un equipo internacional de especialistas de Japón, Taiwán y Dinamarca, ha descubierto que el hominino más antiguo de Taiwán, encontrado en 2015 y catalogado con el nombre de Penghu 1, era un hombre denisovano. El hallazgo se ha hecho mediante un análisis de proteínas antiguas.
Este hominino, del cual solo se conserva un fósil de su mandíbula, tiene una antigüedad de decenas de miles de años o más.
La mandíbula tiene caracteres morfológicos distintivos y conserva rasgos arcaicos, pero su identidad taxonómica ha venido siendo desconocida. Anteriormente, se intentó extraer ADN antiguo de este fósil, pero no se consiguió.
En el nuevo estudio, el equipo de investigación, encabezado por Takumi Tsutaya, de la Universidad SOKENDAI en Japón, ha determinado que la mandíbula es de un denisovano de sexo masculino. Esto aporta una pista muy útil sobre la antigua presencia de denisovanos en la región.
Las poblaciones humanas modernas en el este de Asia, especialmente en el sudeste asiático, poseen elementos genómicos derivados de los denisovanos, y se ha sugerido que humanos anatómicamente modernos y denisovanos tuvieron descendencia conjunta en la región. Sin embargo, los fósiles denisovanos identificados molecularmente habían venido siendo muy fragmentarios y solo habían sido encontrados en dos puntos del norte de Asia.
En el nuevo estudio, se ha demostrado directamente que los denisovanos también estaban distribuidos en el sudeste asiático.
Esta investigación ha revelado además que las mandíbulas y los dientes de los denisovanos eran mucho más robustos que los de los neandertales y los del Homo sapiens de la misma época.
Los nuevos datos obtenidos sobre los denisovanos ayudarán a conocer un poco mejor cómo eran estos otros humanos y cuál fue su diseminación por la Tierra.
Expansión geográfica de los denisovanos: de Siberia al sudeste asiático
El hallazgo tiene importantes implicaciones para la historia evolutiva en Asia Oriental: prueba que los denisovanos llegaron hasta el sudeste asiático y ocuparon una región geográfica muy amplia, con localizaciones como Siberia, Tíbet, Taiwán o Laos y, lo que es más importante, que vivieron en ambientes muy diversos, desde el frío siberiano a los ambientes más selváticos de Laos u otros más continentales como los de China.
Pero, además, ahora se podrá comparar esta mandíbula, que con certeza que pertenece a un denisovano, con otros restos fósiles de China que aún no se sabe muy bien a qué pueden pertenecer.
En los próximos años vamos a ver en Asia una configuración más clara de todos esos fósiles que no sabíamos lo que eran y que irán aclarando el panorama de la evolución humana en ese continente que se conoce muy poco.
En paralelo, esta mandíbula, que está más completa que otros restos anteriores, ayudará a ponerle apariencia física a ese grupo humano del que hasta ahora solo conocíamos a través de la secuencia genética.
Así, se podrá comparar con la mandíbula hallada en el Tibet o con los dientes de la cueva de Denisova y asociarla, por ejemplo, a los restos encontrados en la cueva china de Xuchang, donde también aparecieron huesos de cráneo. Todo ello nos permitirá empezar a conocer más cosas sobre su anatomía.
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