El viceministro de Hacienda habló de más IVA para la canasta familiar, que pasaría del 46% de sus productos gravados a 56%. El cacao, el café y la gasolina, en la mira.
Como ha sido costumbre en todas las reformas tributarias que ha tramitado, el gobierno de Iván Duque sigue revelando poco a poco el contenido de la ley de Transformación social o reforma tributaria, la cual sería radicada esta semana en el Congreso para que tenga su trámite de forma urgente.
Sea una estrategia o no, para ir midiendo la aceptación o el rechazo de las normas que se incorporarán en el articulado, ayer el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, indicó que el gobierno sí insistirá en gravar parte de la canasta familiar, pese a que este asunto es el que más genera rechazo en los congresistas.
Londoño dijo a los medios que se propondrá subir del 5 % al 19 % el IVA del chocolate y el café, porque estos dos productos, si bien están en la canasta familiar, no hacen parte de los que más consumen los ciudadanos, como sí lo son la leche, la carne, el pollo o los huevos, que no se gravarán.
Consideró que en la actualidad solo el 46 % de la canasta familiar está gravada con el IVA, por lo que el Gobierno espera que en la reforma quede con el impuesto el 56 %. Otros productos que espera gravar con el 19 % son el jamón y las nueces, entre otros.
En el IVA también se busca que la gasolina tenga un valor del 19 %, lo que representaría 500 pesos más por galón, que en criterio del viceministro “no lo sentiría el consumidor”.
También está claro que la Casa de Nariño no cederá en tener una nueva base de quienes deben pagar el impuesto de renta. La idea, según Londoño, es que lo empiecen a pagar quienes ganen al año más de $30.000.000 (dos millones y medio mensuales). Citó el ejemplo de quienes ganen 36 millones de pesos, a los que les correspondería un pago de $400.000. En promedio el impuesto de renta les subiría a los contribuyentes el 4%.
Explicó que el objetivo es que se pase de una base de un millón de contribuyentes a por los menos dos millones y medio de declarantes de renta.
Igualmente, la reforma incluirá un tributo para quienes ganen de pensión mensualmente más de $7 millones. Londoño aclaró que el pensionado no pagaría más de $600.000 al año.
Urgencia presidencial
El presidente Iván Duque reiteró que es necesaria la reforma tributaria que presentará su gobierno. Esta vez lo hizo durante la la posesión de Jaime Jaramillo como codirector del Banco de la República.
Según el mandatario, “nuestra convicción es dialogar con todos los actores parlamentarios y tener un debate sano para proteger a los más afectados por la pandemia y garantizar la estabilización de las finanzas públicas”.
Añadió que “según el FMI, Colombia tiene una proyección de crecimiento cercana al 5% y eso se puede lograr en la medida que avancemos con la vacunación masiva, la reactivación segura y que garanticemos la transformación social sostenible y solidaria para que no tengamos retrocesos en materia de pobreza, de nada sirve crecer ahondando desigualdad”.
Según Duque, “el propósito de crecer con sostenibilidad es fundamental y hago esta mención porque tanto la política fiscal como la monetaria tienen que ir de la mano, el propósito es Colombia y eso implica que las medidas importantes estén acompañadas de las decisiones de la política monetaria, controlando la inflación pero garantizando los flujos de liquidez en el año que más lo necesitamos”.
Por último, indicó que “esta pandemia exige que en simultaneo defendamos la salud y la vida y la capacidad de respuesta del sistema de salud y el desarrollo económico, sin este último no hay salud y sin la salud no hay desarrollo económico, no hay entonces oposición entre esos dos frentes”.
Críticas del gobierno pasado
Germán Vargas Lleras, quien fue vicepresidente durante el anterior mandato de Juan Manuel Santos, volvió a cuestionar las propuestas de Duque y su gabinete en la reforma tributaria.
“Aún no se radica el texto y ya se especula, con certeza, que el proyecto incluirá aspectos adicionales a los comentados sobre el incremento de los dividendos y que generarán tremenda polémica”, opinó.
Para Vargas, lo que se va a tramitar es “una vez más, una reforma que se aplicará sobre los de siempre, es decir, el grupo de contribuyentes que cumplen con sus obligaciones tributarias: los asalariados y las empresas formales”.
“Poco o nada en cabeza de quienes, por emplear mecanismos de evasión y contrabando, se encuentran al margen de la tributación y dejan de transferir recursos al fisco por cerca de $40 billones al año. Y muy poco, también por razones políticas, que no técnicas, en ampliación de la base gravable del IVA, con excepción del equivocado traslado de los bienes exentos a la categoría de excluidos que discrimina y castiga a la industria nacional”, manifestó. COLPRENSA
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