Científicos estadounidenses realizaron la semana pasada un experimento climático secreto liberando diminutas partículas de aerosol que reflejan la luz solar en la atmósfera. La prueba se llevó a cabo desde la cubierta de un portaaviones retirado del servicio en la bahía de San Francisco, en California.
Aunque se afirma que la nueva tecnología podría ayudar a combatir el calentamiento global, no se informó de antemano de su realización para evitar críticas públicas, según The New York Times.
El experimento, dirigido por investigadores de la Universidad de Washington, es un avance en un polémico campo de investigación conocido como modificación de la radiación solar y forma parte del proyecto Investigación y Compromiso con los Aerosoles Atmosféricos Costeros (CAARE, por sus siglos en inglés). Consistió en pulverizar al aire partículas microscópicas de sal para disipar las nubes y reflejar la luz solar de vuelta al espacio.
Polémica en torno a métodos innovadores
Los científicos afirman que estos aerosoles son relativamente inofensivos, pero sin embargo los métodos de geoingeniería para modificar la radiación solar generan controversia porque podrían cambiar los patrones meteorológicos de forma inesperada y perjudicar seriamente los ecosistemas, además de limitar potencialmente la productividad pesquera y agrícola, explica Scientific American.
Además, estos enfoques no abordan la causa principal del cambio climático —el uso de combustibles fósiles— y, por el contrario, podrían provocar un aumento catastrófico de las temperaturas globales si la aplicación de los métodos de geoingeniería se interrumpe antes de que se logre reducir los gases de efecto invernadero a niveles manejables.
"Podrían cambiar los patrones climáticos, no solo sobre el mar, sino también sobre la tierra", afirma David Santillo, científico de Greenpeace Internacional, que se muestra profundamente escéptico ante las propuestas de modificar la radiación solar. "Es una visión aterradora del futuro que deberíamos intentar evitar a toda costa", agregó.
Aunque la Administración del presidente Joe Biden financia investigaciones sobre distintas intervenciones climáticas, entre ellas la disipación de nubes marinas, la Casa Blanca se distanció del estudio llevado a cabo en California, señala The New York Times. "El Gobierno de EE.UU. no está involucrado en el experimento de Modificación de la Radiación Solar (SRM) que tiene lugar en Alameda, California, ni en cualquier otro lugar", reza un comunicado para el periódico. RT
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