
El dólar cerró este miércoles 30 de octubre con la tasa más alta del año, al ubicarse al final de la jornada en $4.413,59, lo que confirmó las expectativas con las que abrió en la mañana, cuando ya avisaba que rompería el techo de los $4.400.
A lo largo de la jornada, el dólar llegó a tener un precio máximo de $4.431, con un mínimo de $4.400, mientras que se realizaron un total de 1.686 transacciones, por un monto de US$1.000 millones.
Lo ocurrido en Colombia no es un fenómeno aislado, sino la evidencia de un síntoma global que se explica por dos razones: las elecciones presidenciales en Estados Unidos y las decisiones sobre tasas de interés de la Reserva Federal (FED).
El próximo martes 5 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, entre la demócrata Kamala Harris, actual vicepresidenta, y el republicano, Donald Trump, que espera volver a la Casa Blanca, en una disputa que ha estado marcada por acusaciones y señalamientos, sin un evidente ganador.
Mientras en Estados Unidos los votantes contienen el aliento a la espera de los resultados que definirán el futuro de su país por los siguientes cuatro años, los mercados sienten en espiral el peso de lo que está ocurriendo, a través del termómetro en el que termina convertido el dólar.
A la explicación política se suman los argumentos económicos sobre la trepada del dólar. En primer lugar están las expectativas de lo que podría ser el cierre este año de las tasas de interés en Estados Unidos, que se estiman estarían en el 3%, con el aviso detrás de bambalinas y a la vista de todos de la Reserva Federal.
La tendencia alcista del dólar, que se estima es del 4,5%, empezó a sentirse en los mercados internacionales desde finales de septiembre cuando la FED optó por una rebaja agresiva de las tasas, de 0,5 puntos, para contrarrestar una eventual recesión. Lo que siguió a esa decisión fue cuesta arriba.
“Cuando un banco central tiene tasas de interés superiores a lo esperado, su moneda tiende a fortalecerse. En el caso de Estados Unidos, esto ha llevado a un fortalecimiento del dólar. Además, la proximidad de las elecciones en Estados Unidos también genera nerviosismo en los mercados, ya que se anticipa que cualquiera de los dos candidatos podría aumentar sus necesidades de endeudamiento, lo que a su vez podría elevar las tasas de interés. Esto también influye en la fortaleza del dólar a nivel global”.
Así lo precisó en Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, en un análisis elaborado hoy sobre el contexto económico, en el que atribuyó que “aproximadamente el 90% de la depreciación del tipo de cambio en Colombia a esta tendencia internacional, y el restante 5-10% se explica por la volatilidad y la incertidumbre en torno a las discusiones sobre política fiscal”.
Ese entorno volátil, de elecciones y decisiones internas, ha contagiado de cierto nerviosismo a los inversionistas internacionales que han optado por mantenerse cautos a la espera de señales en medio de un camino sinuoso y marcado por la neblina.
Piraján sostuvo que ella y su banco estimaban que “un tipo de cambio oscilante entre $4.100 y $4.200 es compatible con el estado macroeconómico de Colombia; sin embargo, los niveles actuales superan esta cifra, lo que podría reflejar una situación de incertidumbre que podría ser pasajera”. COLPRENSA
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