La Corte Suprema de Justicia ratificó su decisión de negar la libertad del exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso Gómez luego de ser designado por el gobierno Petro como Gestor de Paz.
La Sala Penal del Alto Tribunal determinó la negativa a otorgarle la libertad. “Al analizar el alcance de la paz en relación con la justicia y los derechos de las víctimas, se advierte la falta de proporcionalidad de la medida pretendida por el Gobierno Nacional”, se lee en la decisión. Además: Acalorada discusión entre los congresistas David Racero y Miguel Polo Polo en la plenaria de la Cámara de Representantes
La decisión señala que si bien, la suspensión de las medidas de aseguramiento persigue una finalidad legítima, como lo es contribuir a la paz, se ha determinado que el propósito de lograr la paz no es ilimitado.
“Lo anterior, pues debe salvaguardarse la justicia y los derechos de las víctimas de graves violaciones de DDHH, lo que impide que actualmente se puedan otorgar beneficios excesivos a los máximos responsables de este tipo de conductas” afirmó la Sala.
La Sala señaló que se busca otorgar un beneficio ilimitado (la libertad), “sin contraprestación ni contención alguna, pese a la ausencia de contribución real con la verdad y la reparación de las víctimas por parte del postulado”.
Asimismo, la Corte Suprema criticó la resolución emitida por el gobierno nacional acerca del nombramiento como gestor de paz de Mancuso, al determinar que “no hay ninguna precisión acerca del tiempo o lapso de la designación, lo cual es inadmisible porque envía un mensaje equivocado a las víctimas.
“Consiste en que su agresor, antes que asumir los compromisos que le impone el Sistema de Justicia y Paz derivados de sus múltiples conductas, y de que pesa en su contra una medida de aseguramiento de detención preventiva que debe cumplir para anticipar el cumplimiento de la pena, obtiene una desmedida contraprestación”, señala la determinación.
La Corte tampoco avaló los argumentos del postulado, según los cuales este límite está dado por la culminación del conflicto armado o en tanto los grupos armados se desarmen, “porque es una meta vaga” y no hay clara fundamentación sobre cómo la eventual intervención del postulado “pueda llegar a ser determinante para contribuir con ese objetivo.
A esto se suma que Mancuso “ni siquiera cuenta con el respaldo de todos los grupos al margen con los que el Gobierno Nacional busca hacer la paz, ni se sabe cuál es la injerencia o ascendencia que podría tener con esas organizaciones, como así se adujo en las audiencias”. COLPRENSA
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