La internet ha sido uno de los grandes inventos del siglo XX gracias a las infinitas posibilidades y beneficios para la sociedad. Sin embargo, previo a la pandemia se vienen dando transformaciones significativas a la hora de enseñar, intentando acercar a niños y jóvenes al uso de las tecnologías que, por su edad, tiene un aspecto más lúdico con el propósito de que personas con habilidades en el uso y desempeño en el manejo de tecnologías, orienten a las nuevas generaciones y puedan prepararse para una vida futura.
De acuerdo con Yanelis Odette Yaneth Rimon, docente del programa de Licenciatura en Educación Infantil de Areandina sede Valledupar, “las circunstancias han hecho que esos entornos virtuales de aprendizajes (EVA) y nuestro desconocimiento muchas veces nos sobrepasa, mientras niños y jóvenes se sumergen de forma natural e intuitiva sin miedos, una curiosidad sin límites y sin acompañamiento que el de sus amigos iguales en el tema como ellos. Ante esto se debería tener en cuenta aspectos como la edad, la madurez personal, el tipo de usuario y las circunstancias contextual y personal de cada uno”.
Aunque no hay un rango de edad marcado y a pesar de que cada vez se acercan a más temprana edad en el uso de las tecnologías, la experta Yaneth señala que es importante que exista una orientación a padres y educadores sobre el uso seguro de internet, equipos móviles y videojuegos con una clasificación marcada de los +3 hasta los +18. “Esto nos da una idea globalizada de las edades a las que les está permitido el uso de tecnologías a nuestros pequeños y queda en total responsabilidad de los padres y/o cuidadores. Existen hallazgos en investigaciones realizadas en otras áreas relacionadas con el desarrollo humano como la psicología donde manifiestan que la edad promedio en que los padres permitieron que su hijo accediera a la televisión, el celular y el internet fue entre los 6 meses y los dos años de edad”, explica la académica.
Control parental
Si bien los menores pueden acceder con facilidad a contenidos indebidos como pornografía, drogas, violencia, racismo, xenofobia, entre otros, es importante que los padres y cuidadores brinden el mayor acompañamiento y orientación posible.
“Nuestra tarea como padres o educadores debe estar dirigida a conocer los amigos de nuestros niños tanto en línea como de manera personal, saber qué plataforma o software usa de manera continua, qué lugares visitan en la red y qué hacen cuando están en línea, así como jugar e interactuar con ellos; tener comunicación constante e influir en qué tipo de aplicación descargar o jugar en los diferentes dispositivos. Así como hay programas de televisión clasificada, de la misma manera sucede con las páginas web para nuestros pequeños. De ahí la importancia del acompañamiento y la supervisión por los padres o un adulto responsable”, señala la docente Yaneth.
En la actualidad existen herramientas de protección como Control Parental, que permite a los padres controlar o limitar el contenido que niños y niñas puedan utilizar accediendo a internet, lo que para la experta, “de alguna manera favorece la labor del educador, apoyado con un programador para la aplicación no solo de esta herramienta, sino también bloqueos de aplicaciones, control de tiempo, herramientas de control de navegación, monitorización y bloqueos de páginas prohibidas de los equipos de la sala”.
Mayor provecho a la internet
Según la académica Yaneth, juegos donde el propósito sea completar, construir cosas sencillas, identificar letras, sílabas, consonantes, sonidos de animales o desarrollar habilidades de lecto-escritura, son las opciones recomendadas para sacarle provecho a la red, ya que los niños a temprana edad empiezan con ese aprendizaje en la escuela.
“Es importante trabajar en actividades cortas con los más pequeños de la casa, ya que a esas edades suelen cansarse y molestarse rápido por su capacidad definida de mantener la atención o elaborar pensamientos y desarrollar estrategias del juego. Otra manera es trabajar con ellos textos instructivos o crear videos donde desarrollen paso a paso un experimento nuevo que luego puedan publicar con fines educativos y el consentimiento de sus padres en canales como YouTube”, asegura la académica.
Finalmente, la experta es enfática al señalar que, si bien las redes sociales en el campo de la educación pueden representar una didáctica dinamizadora, el proceso implica añadir nuevos estilos de comunicación, roles, formas de intervención, escenarios y una propuesta amplia de actividades que requieren compromisos ante una serie de desafíos educativos.
“Es necesario que las instituciones educativas asuman los retos que estas herramientas representan dentro de planteamientos integradores, que busquen crear mejores espacios educativos para el intercambio y la actividad formativa, y aprovechen el potencial en red”, puntualiza la docente.
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