Y sucedió otra vez: Barranquilla no aparece en el mapa de las nuevas rutas de las aerolíneas que llegan a Colombia o que de las que ya están en el país. Así ha venido sucediendo en los últimos años.
En efecto, luego de la quiebra de las dos únicas aerolíneas de bajo costo que existían en Colombia – Viva Air y Ultra Air- y que dejaron una gran tajada del mercado de pasajeros sin una alternativa de este tipo, anuncia su llegada al país JestSmart, una aerolínea chilena “Low-Cost” fundada en 2016 por el fondo de inversión estadounidense Indigo Partners, que vuela actualmente a 31 destinos en Chile, 18 en argentina, 9 en Perú y otros 19 en Suramérica.
JestSmart ha informado que inicia operaciones el próximo 14 de marzo y que desde ya se pueden comprar los pasajes con tarifas que van desde $30.000 por trayecto entre varias ciudades colombianas, lo cual lo hace mucho más económico que, incluso, el trasporte interdepartamental. La nueva aerolínea arranca con 7 rutas nacionales: Bogotá-Cartagena, Bogotá-Santa Marta, Medellín-Santa Marta, Medellín-Cartagena, Pereira-Cartagena, Bogotá-Medellín y Bogotá-Pereira.
Si, ya lo notaron: ¡No aparece Barranquilla…! Como no ha aparecido en las casi un centenar de rutas nacionales e internacionales que ha otorgado la Aeronáutica Civil durante los años posteriores a la pandemia.
En contraste, Santa Marta y Cartagena, nuestras ciudades vecinas, aparecen en 5 de las 7 rutas con que inicia la aerolínea. A pesar de que Barranquilla y Soledad son, respectivamente, la primera y la tercera ciudad con más habitantes en la costa, que aquí está el lugar más visitado de Colombia: El Malecón y del gran desarrollo turístico que está teniendo el Atlántico.
Por lo anterior, y ahora que se ha iniciado la reversión de las operaciones del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz a la nación (Aeronáutica Civil y ANI), en cumplimiento de una decisión emanada de un tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá, que ordenó la terminación anticipada y la liquidación del contrato de concesión con el Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S. que venía de mayo del 2015, es bueno tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Aunque parezca increíble, el más grave problema que ha venido padeciendo el aeropuerto –y por ende Barranquilla y la región– no es el de la muy deficiente infraestructura ni el palpable mal uso de los recursos públicos, sino la desconexión de la ciudad con los destinos que se han venido otorgando. Nos hemos ido alejando del mundo, con todo lo que ello implica.
En ese sentido, el acompañamiento al proceso de reversión que han anunciado los gremios económicos de la ciudad debería enfocarse no solamente en la parte jurídica, financiera y administrativa, como lo han informado, sino primordialmente en la parte de las operaciones aéreas y el marketing.
Por último, el aeropuerto va a quedar en manos del Gobierno Nacional que ha demostrado no tener voluntad política en favor de la ciudad ni del departamento, sobre todo ahora que el presidente Petro ha anunciado, de manera abierta y descarada, que aspira a que su colectividad gane las elecciones del 2026 por lo que, suponemos, favorecerá a sus alcaldes y gobernadores amigos y, francamente, los nuestros no están en esa lista.
Es necesario entonces que unidos – mandatarios, políticos, gremios y medios – asumamos directa y decididamente este nuevo reto para no aplazar más el sueño de tener un aeropuerto moderno, funcional y conectado con el mundo, convertido en el Hub del Gran Caribe, con una Zona Franca Aeroportuaria y una Aerópolis, entre otros.
@vherreram
コメント