El Comando General de las Fuerzas Militares envió a 450 hombres y mujeres del Ejército, la Infantería de Marina y la Fuerza Aeroespacial a reforzar la seguridad en la zona fronteriza entre Colombia y Ecuador, un país que vive una crítica ola de violencia.
Las Fuerzas Militares colombianas informaron sobre la decisión castrense este martes, cuando, además, aseguraron haber aumentado las labores de inteligencia humana y técnica para “prevenir cualquier acción criminal”.
La determinación es una respuesta del Estado colombiano ante la violencia que Ecuador ha descrito como sin precedentes. El presidente de ese país, Daniel Noboa, declaró un estado de excepción y trata la problemática como un “conflicto armado interno”.
Noboa había fijado la atención de las autoridades ecuatorianas en 22 bandas criminales dedicadas, principalmente, al narcotráfico. Las tres principales se autodenominan los Choneros, los Lobos y los Tiguerones.
El jefe principal de los Choneros, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, podría estar en Colombia, de acuerdo con información de inteligencia que los homólogos militares de ambos países han compartido desde la semana pasada.
Las sospechas llevaron a que el pasado fin de semana las Fuerzas Militares desplegaran un operativo especial en 586 kilómetros de zona binacional, en los que más de trescientos hombres y mujeres de la Fuerza Pública intentan dar con el capo.
Además, tres helicópteros Black Hawk de la Aviación del Ejército y de la Fuerza Aeroespacial permanecen “en permanente monitoreo y movimiento de tropas en puntos estratégicos”, de acuerdo con lo que indicaron desde el Comando General.
La idea de los órganos castrenses es “cerrarle el paso a cualquier intención delictiva”. Es decir, aunque los reflectores de las autoridades están puestos sobre “Fito”, la idea de las Fuerzas Armadas es evitar que “cualquier otro criminal” se esconda en Colombia.
“De igual manera, aeronaves no tripuladas, junto a equipos humanos y técnicos, han fortalecido la inteligencia militar para prevenir cualquier acción criminal”, añaden las Fuerzas Armadas en un comunicado, cuyos mandos mantienen una constante comunicación con sus homólogos de Ecuador.
El barrunto de que uno de los más peligrosos criminales ecuatorianos pueda estar en Colombia se sustenta en que Los Choneros mantienen nexos con grupos delincuenciales que operan en el sur de Colombia, como algunos frentes de la llamada Segunda Marquetalia.
El control del narcotráfico ejercido por algunas estructuras de esa disidencia, como la Carolina Ramírez o la Oliver Sinisterra, ha permitido, según las autoridades, que se conviertan en fuertes aliadas de la banda comandada por “Fito”.
Mientras tanto, en Ecuador la guerra contra las bandas ha llevado a motines en cárceles, asesinatos e incluso tomas violentas de canales de televisión. Actualmente, la tasa de homicidios asciende a 46 por cada cien mil habitantes.
Ante el escenario de sospechas por un lado y crisis por el otro, Colombia ordenó reforzar la seguridad de la frontera no solo con uniformados, sino con “el monitoreo constante con aeronaves no tripuladas que brindarán información detallada”, según las Fuerzas Militares.
La labor de las autoridades, según el comunicado, permitirá el aumento del pie de fuerza a través del “movimiento de las tropas hacia puntos estratégicos”, lo que, en últimas, brindará “condiciones de seguridad y tranquilidad”.
“Gracias a los lazos de cooperación binacionales que actualmente tienen las Fuerzas Militares de Colombia con sus homólogos de Ecuador, en la actualidad hay una constante y fluida comunicación que permite adelantar y coordinar operaciones binacionales”, agregó la Fuerza Pública.
Las Fuerzas Armadas indicaron, asimismo, que Ecuador dispuso “un bloque de más de 250 uniformados” para custodiar el otro lado de puntos clave resguardados por Colombia, como el Puente Internacional de Rumichaca, Chils, Cuaspud Carlosama o el corregimiento La Victoria, de Ipiales (Nariño). COLPRENSA
Comments